Camposantos en Piura y otras ciudades norteñas son frecuentados por familias que con sus costumbres honran a sus muertos con música y comida.
La celebración del Día de los Todos los Santos y los Difuntos en en el norte del país adquiere un matiz muy especial con las ‘velaciones’ en la región Piura. Esta es una tradición de carácter religioso y cultural que rinde homenaje a los seres queridos que partieron de este mundo, pero que siguen en el corazón de todos su familiares.
Esta festividad se celebra el 1 y 2 de noviembre. Los piuranos acuden a los cementerios para visitar las tumbas de sus familiares y amigos fallecidos y orar por su eterno descanso. Los días son importantes, pues, el 1 de noviembre está dedicado a honrar a los niños o llamados también ‘Angelitos’ y el día 2 a los muertos adultos.
La investigadora Shirley Rodríguez Chamorro define las ‘velaciones’ como “una celebración de un ritual mágico religioso en el que se cree que el alma del difunto se reúne con su familia. Esta manifestación tiene por objetivo acompañar y homenajear al ser querido que ha partido de este mundo, congregando a familiares, amigos y vecinos en el camposanto. La velación es un ritual donde los deudos tienen por tradición encender velas o velones blancos en el nicho o en la tumba del familiar fallecido para hacer el rosario pidiendo por el eterno descanso del difunto y, en algunos casos, acompañados por cantantes”.
El recuerdo de velar a una persona incluía hace poco tiempo amanecerse conversando, acompañándolo con velas ‘interminables’, y recordando lo que más disfrutaba esa persona en vida. En algunas provincias como Sullana, Morropón, Sechura, Paita se festeja bailando música sanjuanera, pasillos o valses y tomando tragos cortos, entre risas y anécdotas para no caer en el triste recuerdo de la pérdida física.
La profesora Ruth Rosas de la Universidad de Piura señala que “con el transcurrir del tiempo, estas manifestaciones del Día de los Muertos y de Todos los Santos fueron restando elementos y agregando otros, de tal manera que hasta el año pasado era común agruparse en torno a nichos, alumbrados por focos y embellecidos por flores, para elevar oraciones que contribuyeran con el fin de la estadía de las almas en el Purgatorio. Este es el único elemento que hoy nos queda y, por fortuna, el más importante: rezar por las Benditas Ánimas del Purgatorio y, en especial, por las de nuestros seres queridos”.
Los principales camposantos de Piura recibirán a miles de personas entre las 8:00 a.m. de hoy y las 6:00 p.m. del sábado 2 de noviembre. Las puertas no cerrarán en esos horarios.
